La maravillosa realidad humana, o :
- Oh! por dios que confiable que soy.
- Adivina de quién me acordé.
- Adivina por culpa de quién.
- Que cara de volada que tengo.
Te extrañare rutina de vendedora, amiga ocasional, testeadora de la clientela, admiradora de la bella espalda y labios besables.
Degustadora de batidos de chirimoya, aún conserva su corazón gigante de interior crujiente, cromático y resistente como helado de palito, dulce sabor silbante de tiempo lento, brillante.
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dicen pio