30 de diciembre de 2017
Por el lavabo y la espuma se fue el miedo al pelo corto, las ganas de pelo largo,la presión adolescente de ser rapunzel. La bandada de aves de media tarde se llevó a mi abuelo, al que cantaba como Leonardo Fabio y no usaba zapatos, el que deja a su perro para que le hagamos cariño. Ese día conocí al desconocido lejano de piel morena que despertó la flora de mi espíritu y la fauna de mi mente, existencias autoctonas en semi peligro de extinción, dolor de estómago y escalofríos al borde de desaparecer. Lo vi prender su cigarro, caminar a paso lento, hablar con la multitud, dar un abrazo, subirse al auto.
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dicen pio